La terapia de interacción padres-hijos (PCIT) es una terapia breve que ha sido diseñada para tratar problemas de conducta en la infancia. Esta terapia ha demostrado ser eficaz y está centrada en la relación de los padres con los hijos y no en la conducta concreta del niño. La terapia conductual es otra opción que les enseña a los niños y sus familias cómo reforzar los comportamientos positivos del niño, y cómo eliminar o reducir los comportamientos no deseados o problemáticos.